En aquella casa blanca cerca de la playa vivía una niña llamada Irene, quien sufría de una enfermedad mental. Todas las tardes se asomaba por su ventana y entre las rejas contemplaba el paisaje que tanto le gustaba: el mar. No podía evitar sentir la tentación hacia el océano pues lo tenia prohibido e imaginaba la sensación de estar en el. Una tarde como cualquiera, se dirigió a la ventana y noto que las barras de las rejas eran flexibles. Se dejo llevar por la tentación y decidió escaparse hacia la playa. La brisa salada que acariciaba su pelo era tal y como la había imaginado, pero esto era irrelevante cuando pensaba mas bien en estar dentro del mar. Acerco sus pies a la orilla y de repente estaba en el mar. Era mejor de lo que pensaba. Al adentrarse mas y mas comenzó a sentir un cosquilleo en sus piernas. Al mirar hacia abajo noto que en lugar de sus piernas se encontraba una cola larga, tal y como aquellas que poseen los delfines. Sin embargo, no sintió ese alivio de finalmente cumplir la fantasía que tanto anhelaba, pero tampoco se decepciono. Se encontraba en un estado neutral, cosa que extrañamente la hacia sentir satisfecha. Después de este día, decidió que no dejaría ir el sentimiento de estar en el mar. Este nuevo mundo se había convertido en su realidad de la cual nunca volvió a escapar. DX: TALASOFILIA paciente femenino de 20 años de edad refiere obsesión por la vida maritima, muestra apegos inusuales a objetos, extremadamente sensible en cuanto a la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto, experimenta angustia inusual cuando le cambian las rutinas y efectua movimientos corporales repetitivos. Ha sido diagnositacada anteriormente con trastorno de asperger.
Maquillaje y Styling: Andreina Acevedo
Fotografia: Guillermo Jaramillo