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Proceso de creación del proyecto “The Last Sonata” de Ariel Solórzano Astorga, Universidad Veritas

Ariel Solórzano Astorga

«The Last Sonata»

Licenciatura en animación digital - Universidad Veritas

 


Háblanos de tu inspiración para este proyecto.

Mi principal inspiración para la creación del videojuego fueron mis dos abuelos: Roger y Angel, los cuales eran sordos. Mi abuelo Angel empezó a perder el oído a muy temprana edad, por lo que yo era muy pequeño cuando perdió totalmente la audición. En el caso de mi abuelo Roger, nació sordo, así que crecí aprendiendo a comunicarme con él en lenguaje de señas. Esto me concientizó acerca de la sordera y ambos me enseñaron que una limitación no puede ser una traba para una persona si es muy determinada y un poco obstinada. Combiné esta historia con mi interés artístico para crear una experiencia que ayude al jugador a identificarse con el protagonista principal, no solo a través de los recursos visuales, sino también mediante un diseño por inmersión sonora.

 

¿Cómo se llevó a cabo el proceso de trabajo, desde el surgimiento de la idea hasta el desarrollo del proyecto?

Mi equipo y yo utilizamos un entorno muy organizado para crear el juego. Todo empezó con la idea que les presenté, con muchas búsquedas y la creación de la estructura básica de la historia. Luego de una segunda presentación y de nuevas búsquedas, abordamos juntos el proceso creativo. Primero, usando herramientas de diseño narrativo para crear documentos para todo: personajes, accesorios, entornos, niveles, colores, sonidos y así sucesivamente. Luego, con una base sólida, empezamos a crear documentos visuales, sonoros y artísticos.

 

A partir de allí, para el proceso de producción, adoptamos la fórmula agile mindset y SCRUM como marco de producción, en especial para trabajar con los programadores. Esto fue determinante, dado que los programadores suelen trabajar de manera diferente a nosotros, los artistas. Además, la necesidad de encontrar una vía de diseño de juego, en la que el sonido era el motor de la experiencia, nos colocó en una situación en la que debíamos experimentar y adaptarnos muy rápido a los futuros cambios y poder repetir de ser necesario; nuestra fórmula nos ayudó a alcanzar nuestro objetivo.

 

¿Hay algo que modificarías en el futuro?

Es un proyecto en el que aprendí mucho a través de los errores y de la resolución de problemas. No quisiera olvidar o evitar los errores cometidos porque esos errores nos permitieron explorar nuevos métodos de trabajo. Pero hay algo que se podría haber mejorado: el alcance inicial del proyecto. Como estudiantes, a veces somos demasiado optimistas y queremos asumir grandes desafíos, en ocasiones con objetivos irrealistas. A la distancia, quizás debería haber sido más cauto al definir el alcance inicial del proyecto.

 

¿Cómo te ayudaron la escuela y los profesores a alcanzar tu objetivo con este proyecto?

Nuestro tutor, Manuel Lopez (@manumercurial), cumplió más bien el papel de mentor. No solo nos enseñó competencias en arte y diseño, sino también buenas prácticas y valores de trabajo. Sus consejos facilitaron nuestra gestión y nos seguirán acompañando mucho más allá de graduarnos. Asimismo, el director de la carrera, Carlos Smith, estuvo allí para darnos una ayuda muy necesaria y a veces, para poner orden cuando queríamos abarcar demasiado con el proyecto. Estuvo presente tanto para cobijarnos bajo su ala cuando el proyecto comenzaba como para dejarnos volar cuando estábamos listos. Además, consultamos a muchos otros profesores sobre diferentes temas. Uno de ellos, Stefano Zolla, fue a quien recurrimos para el diseño sonoro. Su altruismo y sus consejos nos ayudaron a comprender no solo el sonido, sino también la manera en que uno puede convertirse en un mejor ser humano a través de la educación y la creación artística.

 

¿Qué esperas para el futuro de este proyecto?

Espero que un día, el juego completo The Last Sonata esté disponible en Android e IOS. *Crucemos los dedos*