Mesa de la transformación
En una cocina cálida y bulliciosa, dentro de LaSalle College Vancouver, estaba sucediendo algo extraordinario. Bajo luces brillantes, brillaban las hojas de los cuchillos mientras un grupo de jóvenes aprendices indígenas —muchos de ellos provenientes de comunidades remotas— trabajaban con concentración. A su alrededor, los chefs los guiaban, alentaban y sonreían, observando mientras los aprendices afinaban nuevas habilidades, templaban chocolate, emplataban los platos.
No se trataba solo de una clase, ni solo de una comida. Era una conversación, construida a partir del intercambio de sabores e historias compartidas, centrada en el acto simple y profundo de reunirse en torno a la comida.
Para la chef Mandy Vial, jefa del programa de Pastelería y Panadería, la experiencia fue inolvidable:
«Hubo un momento durante nuestra clase en el que todos interactuaban entre sí y se forjaban lazos que durarán toda la vida. No podría estar más orgullosa del arduo trabajo de todos para la cena de cinco tiempos. Cada aprendiz estuvo a la altura del desafío. Aprendí tanto de estos increíbles aprendices como ellos aprendieron de mí.»
Una visión con corazón
El catalizador de esta semana extraordinaria fue Dwight Ballantyne, fundador de The Ballantyne Project. Su iniciativa busca conectar a jóvenes de comunidades remotas con oportunidades en el mundo exterior, creando conciencia sobre la vida cotidiana y los desafíos que enfrentan en esos entornos. La visita de los aprendices a LaSalle College Vancouver no se trataba solo de aprender a cocinar, sino de salir de su zona de confort, entrar en un nuevo espacio donde pudieran florecer.
«Ver a jóvenes indígenas salir de su zona de confort para aprender repostería y habilidades con el cuchillo, y luego unirse para una cena grupal… fue inspirador», dijo el chef Julian Bond, Director del Programa de Artes Culinarias. «Aunque estaban nerviosos al principio, rápidamente encontraron un sentido de seguridad y comodidad, lo que permitió que su confianza creciera. Experiencias como estas empoderan y motivan a los jóvenes, creando beneficios duraderos para las generaciones futuras.»
La visión de Dwight resonó profundamente en el equipo de LaSalle College Vancouver, cuyos chefs y personal trabajaron para crear una experiencia que fuera un desafío, emocionante y enriquecedora para sus invitados.
«Los jóvenes estaban curiosos y comprometidos con lo que se les enseñaba», agregó la chef Christine Couvelier, a cargo de Iniciativas Estratégicas y Culinarias. «Todos hablaban de cómo querían compartir sus nuevos conocimientos al regresar a casa. El increíble camino que ha recorrido Dwight Ballantyne es inspirador. Escuchar su visión y su consideración por estos jóvenes, a quienes verdaderamente aprecia, es el verdadero significado de compartir la pasión por la vida.»
Más que una comida
Para la comunidad de LaSalle College Vancouver, la experiencia se convirtió en una especie de espejo. Mucho más que enseñar técnicas culinarias, para nosotros en LaSalle College Vancouver, esta experiencia fue una oportunidad para reflexionar sobre lo que significa compartir vivencias, intercambiar realidades y acoger nuevas perspectivas. Sobre todo, fue una ventana a la máxima sencillez y humanidad de generar un cambio significativo.
El Dr. Jamie Kemp, Director Académico, lo expresó así:
«Recibir a The Ballantyne Project en LaSalle College Vancouver ayudó a que nuestra comunidad se uniera en una experiencia realmente especial. Hablamos mucho sobre la necesidad de descolonizar nuestras instituciones, especialmente en la educación superior. Traer experiencias como The Ballantyne Project a nuestra escuela ayuda a que esta necesidad se sienta ‘real’ y con sentido. De alguna manera, nuestro equipo experimentó la alegría de la colaboración y aprendió a hacer espacio para diferentes puntos de vista y formas de conocer. ¡Creo que obtuvimos tanto o más del Proyecto que los propios aprendices!»
Esto nunca fue tan evidente como durante la cena de cinco tiempos de recaudación de fondos que cerró la semana. Los platos que los aprendices ayudaron a preparar no eran solo comida en un plato, sino la culminación de horas de trabajo, aprendizaje y superación de miedos. Cada detalle en cada plato hablaba del orgullo y esfuerzo de quienes lo elaboraron.
Una invitación abierta
Cuando los aprendices regresaron a sus hogares, los chefs, profesores y el personal de LaSalle College Vancouver se sintieron transformados por la experiencia. Su cocina había pasado de ser un aula a ser un puente que conecta culturas, perspectivas y corazones.
«Quizá hayamos impactado sus vidas», reflexionó la chef Christine, «pero nuestras vidas cambiaron verdaderamente gracias a The Ballantyne Project.»
Para la chef Mandy, la esperanza es que esta conexión sea solo el comienzo. «Espero que nuestros caminos se crucen nuevamente», comparte. «Porque yo he cambiado para siempre.»
Algunas comidas alimentan el cuerpo. Otras alimentan el alma. La cena creada por LaSalle College Vancouver y The Ballantyne Project fue ambas cosas. Recordó a todos los involucrados el poder simple y extraordinario de reunirse —con manos abiertas, corazones abiertos y una mesa compartida.